martes, 28 de octubre de 2025

CURIOSIDADES CURIOSAS SOBRE CARROS DE COMBATE SOVIÉTICOS

 


PAX VOBISCVM, sufridos, abnegados y siempre bien ponderados lectores que, a pesar de la desidia que me atocina últimamente, hacen gala de una paciencia equiparable a la de Job a la espera de un nuevo articulillo. Bueno, pues hoy la musa se ha dignado hacerme una breve visita, de modo que procedo a dar cuenta de una relación que, aunque poco enjundiosa, les permitirá humillar a los miserables de sus cuñados con algunas curiosidades curiosas sobre los carros de combate con los que el padrecito Iósif hizo frente al ciudadano Adolf.

Colijo que los aficionados a estas máquinas de muerte habrán visto tropocientas fotos de las mismas y, del mismo modo, infiero que más de una vez y más de dos se habrán hecho mil preguntas acerca de tal o cual accesorio, pieza, etc. de las mismas. Bien, pues a continuación podrán ver aclaradas algunas de sus cuitas y poder resoplar de satisfacción sabiendo que no palmarán llevándose la duda a la fosa. Veamos pues...

CURIOSIDAD 1.

Observen la foto de la derecha, donde aparece un BT-5, un carro ligero que se mantuvo operativo durante todo el conflicto aunque el protagonismo se lo llevó el omnipresente T-34. Como ven, no lleva cadenas, y es que la serie BT (Bystrohodnyi tank, tanque ligero) estaba equipada con un tren de rodaje que podía funcionar con o sin las mismas. Este sistema tenía sus ventajas ya que, cuando había que circular sobre carreteras o caminos compactos, en menos de una hora se podían desmontar las cadenas, estibarlas sobre el casco y circular como un vehículo convencional. Esto proporcionaba un mayor confort de marcha y alcanzar más velocidad. Para ello, el piloto disponía de un volante convencional, que se conectaba a la dirección de forma que las ruedas delanteras girasen como las de un automóvil, como vemos en la rueda marcada de rojo. Cuando se colocaban las cadenas, el carro circulaba con las dos palancas de siempre. ¿Qué por qué no se usó ese sistema en el T-34, que usaba la misma suspensión Christie? Fácil: la cadena del T-34 pesaba unos cientos de kilos más, lo que requeriría horas para efectuar el cambio.

CURIOSIDAD 2.

¿Nunca se han preguntado qué leches es esa barandilla que se ve en las torretas de algunos carros? Bueno, pues no es una barandilla, es la antena de la radio. Rarita, ¿no? Pozí, pero tenía su razón de ser, aunque era tan chorra que se acabó suprimiendo. Con esa antena circular se pretendía que no fuera visible, como podría ocurrir con una antena convencional. En realidad, una antena apenas se distingue en la lejanía, de modo que acabaron eliminando la pseudo-barandilla. Pero observen que, de todos los carros de la foto, solo lleva la antena el primero. El resto no. ¿Por qué? Pues porque la escasez de equipos de radio obligó a que solo los carros de mando de las compañías estuvieran equipadas con las mismas hasta bien avanzada la guerra. ¿Y cómo se comunicaban con los demás carros de la unidad? Ahora lo vemos...

CURIOSIDAD 3:

La carencia de radios había que suplirla con el sistema antiguo: a base de banderas. Observen el fulano de la foto. En cada mano lleva una bandera, una blanca y otra colorá. Así pues, cuando el comandante de la compañía tenía que dar órdenes a sus carros tenía que asomarse por la escotilla con sus banderitas y ponerse a menearlas, dando por sentado que los jefes de carro de la unidad estarían pendientes de sus indicaciones. Si alguno estaba en Babia, pues se liaba parda. Obviamente, éste sistema no era en absoluto fiable, pero era lo que había. Por el contrario, los sofisticados carros de los malvados tedescos sí estaban provistos de radios cojonudas para no tener que asomar medio cuerpo por la escotilla y arriesgarse a que una ráfaga de ametralladora lo friese bonitamente.

CURIOSIDAD 4.

Precisamente para poder asomarse sin que les endilgasen un balazo, las escotillas de muchos carros soviéticos se abrían al revés. Cuando lo habitual era hacia atrás o hacia un lado, las de los T-26, los BT y los T-34 se abrían hacia adelante. Aunque en la foto anterior podemos observarlo, en ésta queda más claro. La imagen muestra tres T-34 modelo 41/42, provistos de una única escotilla que actuaba como un auténtico escudo para los tripulantes de la torreta. Pero la protección les costaba ver dificultada la visión hacia adelante, como queda claro en la foto. En todo caso, la escotilla permitía al comandante de una compañía agitar sus banderitas sin que un francotirador le metiera una bala en el cráneo.

CURIOSIDAD 5.

Otro detalle en el que posiblemente hayan reparado: las asas distribuidas en el casco y la torreta, en éste caso de un T-34. Y no, no eran para estibar equipo extra, sino probos homicidas. No había estándares en cuanto a su forma o distribución sobre el vehículo y, de hecho, ni siquiera se colocaban en las fábricas, sino a nivel de unidad. De ahí que la mayoría sean lo que vemos en la foto: redondos burdamente curvados, soldados y colocados al antojo del personal. Ojo, solo verán éste accesorio en los carros soviéticos. En los de otros ejércitos no aparecen. ¿Por qué? Pues ahora lo vemos...

CURIOSIDAD 6.

Una de las máximas de los manuales del Ejército Rojo era que los carros no debían atacar sin apoyo de la infantería. Sí, puede parecer una chorrada que los poderosos carros de combate necesiten el apoyo de mogollón de probos homicidas canijos y llenos de piojos para no ser destruidos, pero todo tiene su explicación. Un carro es como un rinoceronte, que es una bestia imparable pero ve menos que un gato de escayola. Ante un ataque en masa, los malvados enemigos se apostaban en pozos de tirador o escondrijos que les permitían pasar desapercibidos para, llegado el momento, endilgarles una mina magnética o un chupinazo con un Panzerfaust. Precisamente para evitarlo, los carros iban acompañados de infantería cuya misión era neutralizar a los enemigos mientras que los rinocerontes arrollaban las líneas tedescas. Y para poder trasladar hasta el campo de batalla su dotación de defensores servían esas asas a fin de no irlos perdiendo por el camino que, por lo general, no tenía precisamente la superficie uniforme de una autovía. En la foto vemos un T-34 atestado de infantería trepando por una pendiente camino del matadero. Por lo general, la dotación reglamentaria de infantes de cada carro era de seis hombres, aunque en modo alguno se respetaba a rajatabla.

CURIOSIDAD 7.

Puede que más de uno haya reparado en que no son raras las fotos en las que aparece un KV-1 o su hermano mayor, el KV-2, con las cadenas flojuchas, colgando de los rodillos de retorno como el de la foto. Esto no se ve en los carros con suspensión Christie, pero sí en las convencionales. El motivo de aflojar la tensión de la cadena era que la acumulación de fango las sacase de las ruedas tractoras o tensoras. En un territorio como el ruso, en el que las lluvias o la nieve convertían el terreno en inmensos cenagales, era un problema bastante serio, y ver un batallón de carros inmovilizado y expuesto al fuego enemigo por culpa del barro asaz enojoso. Pero la madre del cordero la tenemos en el detalle de la foto, un accesorio invisible y que nadie conoce salvo que sepa de su existencia: es una cuña soldada al casco junto a la rueda tractora que actuaba como una cuchilla para eliminar la plasta de barro adherida a la cadena. Si a eso sumamos que el bailoteo de los rodillos de retorno facilitaba escupir el fango, pues tenemos que era menos probable ver como una cadena de una tonelada de peso se saliese de su sitio, dejando el carro vendido al enemigo.

CURIOSIDAD 8.

Otra imagen bastante recurrente es la que vemos a la derecha: carros soviéticos cubiertos por parrillas bastante cutres fabricadas de forma artesanal con malla sobre bastidores metálicos o incluso somieres de camas robados de casas alemanas. Pero, ojo, este accesorio solo aparece en las postrimerías del conflicto, cuando los combates se desarrollaban en muchas ocasiones en el interior de las ciudades y había que luchar casa por casa. En éstos casos, el enemigo no eran veteranos homicidas de la Wehrmacht o las SS, sino fanáticos nenes de las Hitlerjugend ávidos de palmarla por su amado ciudadano Adolf o vetustos abuelos del Volkssturm ávidos por perder de vista de una vez al ciudadano Adolf. En estos casos, los probos homicidas del padrecito Iósif se preocuparon bastante al ver como desde cualquier ventana, montaña de escombros o respiradero de un sótano salía el cohete de un Panzerfaust y aniquilaba el carro que encabezaba la formación por una calle, dejándola bloqueada y a sus cuñados expuestos a ser también víctimas de los lanzagranadas enemigos. Con esa solución de circunstancias pudieron evitar que las cargas huecas no alcanzaran el casco o la torreta de sus carros, salvando así a muchos de ellos de ser destruidos y a sus tripulantes de verse reducidos a la condición de momias carbonizadas.

CURIOSIDAD 9.

Es posible que ésta la conozca más de uno, pero como es posible que haya más de dos que no tengan ni idea, pues la pongo. Hablamos de los troncos estibados en los guardabarros. Y esto no solo lo vemos en los carros soviéticos, sino en casi todos. Y no, no eran para reforzar el blindaje, ni para hacer fuego ni para liarse a palos con el enemigo si se acababan las municiones, sino para usarlos cuando el carro se atascaba en el barro, o sea, algo similar a las planchas que actualmente usan los todoterrenos cuando se ven en circunstancias similares. Si el fango atrapaba y cegaba las orugas, se echaba mano del tronco y se ponía debajo de las cadenas para que estas tuvieran donde agarrarse. Algo primitivo, pero bastante útil, la verdad...

CURIOSIDAD 10.

Otra imagen bastante recurrente es la de los depósitos de combustible externos. En la foto podemos ver un T-34/85 con la configuración habitual de dos depósitos en el costado derecho y uno en el izquierdo, lo que proporcionaba un total de 270 litros extra. No obstante, podían añadirse más, eliminarlos todos o colocar otros dos de forma cuadrangular en la parte trasera. Los dos cilindros que vemos en esta foto y que aparecen sobre los tubos de escape no son depósitos de gasofa, sino de fumígeno para crear una nube de humo a lo bestia si las cosas se ponían chungas y había que salir echando leches. Curiosamente, ésta solución de los depósitos externos solo la emplearon los hijos del padrecito Iósif, mientras que en los carros tedescos o aliados aparecen en la parte trasera mogollón de jerrycans de 50 litros para reponer gasofa.

En fin, criaturas, con estas diez curiosidades curiosas tienen para chinchar a sus cuñados diez veces antes de que les dejen la botella de Hennessy XO llena de aire. Si a pesar de todo las curiosidades no les hacen efecto, pues viertan un poco de lejía en el brandy. Sí, ya sé que es una infamia, pero todo sea por acabar con el miserable.

Bueno, vale de momento.

Hale, he dicho


martes, 15 de julio de 2025

EL GRUPO WAGNER

 

El extinto Yevgueni Víktorovich Prigozhin, propietario del Grupo Wagner, antes de que su profunda amistad con el camarada Vladimiro se fuese al carajo

Mercenario, del latín MERCENARIVS, asalariado. El palabro proviene a su vez de MERCES, salario, paga o recompensa. Por ello, y según mi paisano Isidoro, MERCENNARII SVNT QVI SERVIVNT ACCEPTA MERCEDE, uséase, los asalariados son los que sirven aceptando una paga. Originariamente, el término mercenario no tenía las connotaciones militares que adquirió bastante pronto. Un mercenario era simplemente eso, un fulano a sueldo para desempeñar cualquier trabajo, si bien algunos afirman que eran contratados más concretamente para vigilar mercancías, tanto en almacenes como en las caravanas. Es bastante razonable pensar que estos sujetos, que obviamente debían ir armados para quitarse de encima a los amantes de lo ajeno, acabaran derivando en su contexto puramente militar. Aclarado el origen del palabro, procedamos con un breve

INTROITO

Reclutamiento de honderos
Las tropas a sueldo son más antiguas que la tos. Desde hace siglos, los reinos o territorios que no disponían de suficiente personal para enfrentarse con el vecino optaban por contratar probos homicidas para defenderse. Obviamente, el agresor también tenía la opción de hacer lo mismo para aumentar sus efectivos y asegurarse así la victoria. En otros casos, se recurría a los mercenarios especializados, es decir, hombres especialmente diestros en algún desempeño del que carecían las tropas propias. Ya vemos como ejércitos muy bien entrenados, como el romano o el cartaginés, no dudaban en contratar honderos baleares para brear a golpe de glande a los enemigos, o jinetes númidas famosos por su destreza para combatir a caballo. La lista sería interminable pero, lo más significativo en estos casos, es que los mercenarios solo tenían fidelidad a su paga. De hecho, primates de la misma nacionalidad podían combatir en bandos enfrentados, deseando quizás más de uno toparse con sus cuñados para apiolarlos sin tener que dar explicaciones a la parienta. 
Un preclaro ejemplo lo tenemos en Rodrigo Díaz, nuestro glorioso héroe nacional que, desterrado por el memo de Alfonso VI, no dudó en ponerse al servicio del emir de Zaragoza con su mesnada y dar mogollón de estopa tanto a moros como cristianos. En resumen, el oficio de las armas se convirtió en algo bastante lucrativo para los que pasaban de destripar terrones o estrujar a diario ubres vacunas para ganarse el sustento. 

Lansquenetes tomándose un descanso, que saquear
cansa una burrada
Por razones obvias, retrasarse en el cumplimiento de los pagos pactados era lo peor que se podía hacer. A estos fulanos les daban cien higas bélicas las ideologías, los motivos por los que luchaban o si el que los contrataba prefería las gambas a los langostinos siempre y cuando su salario fuese abonado sin demora. Está de más decir que unas tropas compuestas por combatientes de élite podían ponerse muy desagradables llegado el caso, y no dudaban en enfrentarse a los que hasta cinco minutos antes habían sido sus compañeros para rebanarles el pescuezo o saquearles cualquier ciudad para cobrarse por su cuenta y, de paso, desfogar sus humores viriles con las ciudadanas. Tenemos mogollón de ejemplos a lo largo de la historia, desde la Guerra Sin Tregua (241-237 a.C.), desencadenada por los 20.000 mercenarios de Giscón al servicio de Cartago tras la Primera Guerra Púnica, al Saco de Roma, perpetrado en 1527 por lansquenetes alemanes a sueldo del emperador Carlos con la pequeña ayuda de las tropas españolas, que tampoco cobraban y estaba un poco irritados.

Mercenarios suizos en acción. Estos homicidas estaban
especialmente cotizados por su disciplina y su fiabilidad
en el campo de batalla
La época dorada de los mercenarios tuvo lugar durante el Renacimiento, cuando los condottieri italianos, los mercenarios suizos y todos los frikis de la guerra de Europa se enrolaban a las órdenes de cualquiera que levantase en armas un grupo de homicidas para tomar parte en las interminables guerras que asolaron el continente entre los siglos XV y XVII. Curiosamente, en aquellos tiempos, el oficio de mercenario no tenía las connotaciones chungas actuales. De hecho, mogollón de suizos se dedicaban a eso porque en su país, escaso de recursos naturales y de oficios como la agricultura o la ganadería, optaban por convertirse en soldados a sueldo. Esto ha durado hasta nuestros días ya que, al cabo, la Guardia Suiza del Vaticano no son sino los tataranietos de los mismos suizos que velaban por la seguridad del pontificado en una época en la que los papas se ocupaban más del siglo que de Dios. Su declive comenzó cuando los países europeos empezaron a tener estructuras estatales más organizadas y ejércitos permanentes, lo que hizo que el papel del soldado a sueldo menguase notoriamente, viéndose reducido a pequeños grupos reclutados a nivel colonial o tropas, digamos, más exóticas como los mamelucos al servicio del enano corso o los gurkas que combatían con los british (Dios maldiga a Nelson).

Mercenarios portugueses en Angola en 1975
No fue hasta mediados del siglo XX cuando los mercenarios resurgieron de sus cenizas. Los procesos de descolonización llevados a cabo en África dio lugar a que muchos estados de nuevo cuño, sin infraestructura ni conocimientos para formar rápidamente un ejército cualificado, obligó a recuperar este viejo oficio contratando ex-militares, ex-policías y ex-psicópatas entre sus antiguos amos. Si a esto añadimos que, además, los conflictos civiles que estallaban cada dos por tres en estas nuevas naciones, más sus guerras entre ellos por cuestiones territoriales, tribales o de odios milenarios, pues África se convirtió en un semillero de mercenarios que, prácticamente sin nadie con la suficiente autoridad para controlarlos, empezaran a hacer crecer el concepto de mercenario = homicida sociópata a sueldo. Algunos que ya peinen canas o no tengan nada que peinar puede que recuerden las andanzas de estos fulanos en el Congo Belga, Biafra, Angola o Rodesia, donde perpetraron bastantes canalladas y tal. Se pasaron tres pueblos, lo que obligó a la comunidad internacional a tomar cartas en el asunto, si bien tampoco es que se lo tomaran con mucha premura. En 1977 se firmaron los Protocolos de Ginebra, los cuales no entraron en vigor hasta 2001, tras lo cual quedaba prohibido entrenar, contratar o emplear mercenarios... al menos oficialmente, pero quien inventa la ley inventa la trampa y, como suele pasar, una cosa son los tratados que se firman de cara a la galería y otra lo que los gobiernos hacen bajo cuerda.

LOS MERCENARIOS ACTUALES

Mobutu Sese Seko, mandamás del antiguo Congo Belga hasta
su derrocamiento en 1997. Éste fulano y otros como él eran
los principales contratistas de mercenarios
Bien, ya hemos visto cómo fue el devenir de los homicidas profesionales hasta que, de cara a la galería, fueron abolidos para callar a los grupos pro-derechos humanos, los del Kumbaya y, en general, a la opinión pública que veía la de cosas feas que se habían perpetrado en África, aunque sin tener en cuenta que estos fulanos habían sido contratados, pagados y mandados por líderes africanos. Pero como los que salían en los telediarios y la prensa eran primates blancos con jetas de vikingos cabreados, pues nadie parecía caer en la cuenta que los que estaban detrás eran primates negros que aparecían en los telediarios y la prensa muy sonrientes, rodeados de compadres que los jaleaban y vistiendo trajes hechos a medida en Londres y con los dedos llenos de anillos de oro gordísimos. 

Por otro lado, las potencias occidentales no estaban por la labor de perder su influencia de la noche a la mañana, y menos aún que determinados países optaran por cambiar de aliados y no poder seguir aprovechando sus recursos naturales que, obviamente, el pueblo no aprovechaba o, mejor dicho, no podían aprovechar porque sus líderes, sátrapas modernos, se los gastaban en mantenerse en el poder. Pero como el sátrapa ya no podía contratar mercenarios y los países occidentales no podían enviarlos, se inventaron las empresas militares privadas, unos entes que, desde su creación, han estado siempre flotando en un limbo legal, una zona gris que los organismos internacionales no han sabido o no han querido aclarar. De hecho, en muchos casos estas empresas se ven sometidas a las reglas del país dónde operan, y pueden ser legales en unos y en otros no. Y, por otro lado, la disminución de efectivos policiales y militares en la mayoría de países desarrollados obligó a que muchas funciones que antaño eran desempeñadas por personal dependiente directamente del estado fueran sustituidos por... "mercenarios".

Mercenario del siglo XXI. Nada en su indumentaria,
su actitud y su armamento lo diferencian de un policía
Seguramente, nadie ha caído en la cuenta de que un simple segurata es un MERCENARIVS. De hecho, cumple al pie de la letra la definición que daba mi paisano Isidoro ya que cobran un estipendio por hacer un servicio, en este caso vigilar un organismo oficial, un banco, un centro comercial o una discoteca. Las empresas de seguridad privada son simple y llanamente mercenarios que van armados y tienen potestad para hacer uso de la fuerza llegado el caso. Si un atracador se presenta en un banco con la intención de hacer un reintegro masivo aunque no tenga cuenta abierta en el mismo y el segurata le mete dos balazos en la jeta, acaba de actuar como un mercenario en toda regla, pero nadie cae en ese sutil detalle. Basta ese ejemplo para ver cómo el concepto de mercenario ha sido sutilmente disfrazado, de forma que ya no se muestran como feroces homicidas, psicópatas inadaptados o soldados de fortuna, sino como abnegados servidores del bienestar y la seguridad públicos.

Uno de los cometidos más habituales de las empresas militares
privadas es la protección de funcionarios civiles en lugares en
los que cualquier fulano con el cerebro lavado se te arrima
y te convierte en comida para gatos cuando detona su chaleco
cargado con 10 kilos de C4
Y en lo tocante a las empresas militares privadas, pues nos encontramos con algo similar, pero de mucha más envergadura. Si un país occidental necesita intervenir en cualquier parte del mundo sin que nadie pueda acusarlos de injerencia, aunque todos sepan quién está en el ajo y nadie tenga pruebas pero tampoco dudas, pues recurre a este tipo de empresas que, como dijimos, se mantienen en una zona gris que, hasta ahora, nadie ha sido capaz de aclarar. Y no crean que hay unas cuantas, no... son miles las que hay repartidas por el planeta, y dedicadas no solo a enviar fulanos con jeta de perros de presa a matar civiles acojonados, sino a otras cuestiones que, en apariencia, se salen del cometido típico del mercenario: labores de inteligencia, infiltración, seguimiento de malos malosos, hackers, espionaje, protección de personalidades, de buques, etc., etc., etc. Hablamos de legiones de empresas con miles de empleados en algunos casos, y que actúan dónde nadie puede saber o, al menos, demostrar que trabajan a las órdenes de tal o cual gobierno. Si se habla de empresas privadas de este tipo, la primera que se nos viene a la mente es la famosa Blackwater Security Consulting (luego cambiaron de nombre), que tras esa fachada que suena a firma dedicada a diseñar la seguridad de un evento en plan final de copa del mundo de balompié, ya sabemos lo que hay. Los fulanos de Blackwater han estado en el ajo de todos los conflictos en los que han intervenido los yankees en los últimos 25 años, y ha trabajado codo con codo con el ejército estadounidense haciendo lo que los estadounidenses no podían o no querían hacer porque solían ser cosas feas que su opinión pública rechazaría. En todo caso, a los de Blackwater les resultaba más fácil infiltrar a un fulano con jeta moruna, trincar a un cabecilla local de la insurgencia afgana o iraquí, apretarle las clavijas y localizar al jefe supremo, tras lo cual pasaban la información al ejército para que le mandaran un dron a que lo vaporizase mientras oraba a Alláh y lo mandase a gozar eternamente de sus 72 huríes.

La inseguridad de las aguas cercanas al Cuerno de África
a causa de los piratas somalíes ha permitido crear otro
nicho de mercado para los mercenarios modernos. Ahora
saben que al asaltar un mercante no los rechazarán con
chorros de agua, sino a tiro limpio
Bueno, así son, de forma muy resumida, los mercenarios modernos. Como vemos, no tienen nada que ver con los honderos baleares ni los lansquenetes alemanes. Son currantes de empresas legalmente establecidas, que pagan sus impuestos y tal, que cobran su salario mensual más los extras derivados de determinados servicios de los que nadie tiene noticia y que, casi en su totalidad, son ex-militares que prefieren la adrenalina y un jugoso estipendio antes que verse languidecer en una oficina o vendiendo pólizas de seguros. En cuanto a la empresas, está de más decir que, aunque ofrecen sus servicios a cualquiera que los contrate, suelen tener estrechos vínculos con los servicios de inteligencia de sus países de origen, con los que suelen colaborar e intercambiar información. Y, por último, tenemos empresas como el dichoso Grupo Wagner, que podríamos decir que, más que una empresa privada, es una extensión de facto del ambicioso camarada Vladimiro, que hace unos años empezó a oír voces que le decían que era una reencarnación de Pedro el Grande y se empeñó en ser el nuevo zar rojo, una especie de padrecito Iósif, pero capitalista.

EL GRUPO WAGNER

Desde su formación, esta empresa ha estado y está envuelta en un halo de misterio. Pero no de misterio peliculero, sino porque los servicios de inteligencia occidentales no han sido capaces de conocer a fondo quién la creó y cómo comenzó su andadura. Estas empresas suelen estar conectadas con otras que, a su vez, dependen de grandes grupos radicados en paraísos fiscales, de forma que es prácticamente imposible saber poco más que lo que ellos permitan conocer. Así pues, mejor vayamos por partes para no liarnos.

Prigozhin haciéndole la pelota al camarada Vladimiro en uno de
sus lujosos restaurantes. Su entrañable amistad acabaría de muy
mala manera, como es de todos sabido
Por lo general, se considera como fundador del Grupo Wagner a Yevgueni Víktorovich Prigozhin, apodado como "el cocinero de Putin" o "el chef de Putin". Pero ojo, eso es un simple mote creado por Alexéi Anatólievich Navalni, un activista anti-Putin que, como todos los enemigos del camarada Vladimiro, fue eliminado para que no diera más la murga, en este caso envenenado con vete a saber qué porquería. El mote hace pensar que Prigozhin fue un simple cacerolas que cayó en gracia al Vladimiro y se hizo de pasta gracias a eso, pero la realidad es que hablamos de un oligarca multimillonario con mogollón de empresas de catering y restaurantes de lujo frecuentados por la alta sociedad rusa incluyendo a Vladimiro, gracias a lo cual trabó una cordial relación con él... de momento. Entre 2013 y 2014- tampoco se sabe con certeza la fecha- Prigozhin creó, o quizás se sumó como accionista, el Grupo Wagner. Esto tampoco se sabe a ciencia cierta, pero es más que probable que este fulano, a través de sus numerosos contactos políticos, se viera inducido a invertir en una empresa militar privada como una forma de ampliar sus inversiones. Las ambiciones de Vladimiro y sus ansias por aumentar su influencia de África hacían apetecible el asunto, y más si tenemos en cuenta que ni la UE ni los yankees se tomarían bien la intervención de Rusia en un continente dónde habían apoyado a dictadores como Gadafi, Al-Ásad o Sadam Huseín, contra los cuales Occidente, encabezado por Estados Unidos, había gastado muchísimos esfuerzos, dinero y sangre para mandarlos al carajo. Por lo tanto, nada mejor que enviar a una empresa privada que, para despejar posibles sospechas, en aquel momento incluso era ilegal en Rusia. De hecho, según las leyes de aquella época, la participación de un ruso en conflictos armados de otros países podía castigarse con hasta siete años de cárcel, y la financiación, reclutamiento y entrenamiento de mercenarios, con hasta quince años en una de las tenebrosas prisiones rusas cuyo máximo exponente es el Delfín Negro, lo más parecido a un infierno bajo cero.

Dos homicidas profesionales del Grupo Moran en un
petrolero
Así pues, se relaciona al Grupo Wagner con otros dos, el Cuerpo Eslavo, creado por Vadim Gusev y Evgeniy Sydorov en 2013, y el Grupo de Seguridad Moran, formado por Boris Chikin a finales de los 90. Éste último, radicado en Belice porque en Rusia, como decimos, era ilegal, se dedicaba a la protección del transporte marítimo, ganando millones a paletadas trabajando para navieras como Sovcomflot, FEMCO, Murmansk Shipping y United Marine. En cuanto al Cuerpo Eslavo, su principal misión era la seguridad de las instalaciones petrolíferas de Deir ez-Zawr, al este de Siria, donde al parecer no tuvieron mucho éxito a causa del constante hostigamiento de grupos insurgentes deseosos de acabar con el poder de Al-Ásad, firme aliado de Rusia. Y ahora me dirán: ¿Y qué leches tienen que ver estos con el Wagner? Pues, al parecer, digamos que las tres empresas tenían los mismos accionistas incluyendo a Prigozhin, dedicándose cada una a un determinado nicho de mercado sin que, aparentemente, estuvieran relacionadas. ¿Qué cómo se sabe, si de estos fulanos no se sabe casi nada? Bueno, digamos que se relacionan nombres y entonces las cosas cuadran un poco.

Dmitry Valeriévich Uktin
1970-2023
Dmitry Valeriévich Uktin, alias Wagner. Sí, ese fulano de la foto es "el eslabón perdido" a quien, como ven, debe su nombre esta controvertida empresa. Ahí lo pueden ver. Acojona, ¿qué no? Observen que en los hombros lleva tatuados los parches de cuello de las SS, y en el lado derecho del pecho el águila del uniforme alemán. Digamos que podía ir con el uniforme de las SS hasta cuando se duchaba. Bien, es más que evidente que Uktin era bastante aficionado al nazismo y, al igual que el ciudadano Adolf, un apasionado de Wagner, de quien tomó su nombre de guerra. Este sujeto no era un simple chalado, que conste. De hecho, antes de meterse a mercenario había tenido una carrera militar bastante notable. Había servido en el GRU (Главное разведывательное управление, Glavnoye Razvedyvatelnoye Upravleniye), el servicio de inteligencia militar ruso, y se largó de ejército en 2013 siendo teniente coronel del 700º Destacamento de Intervención de la 2ª Brigada Spetsnaz, precisamente dependiente del GRU. Está de más decir que Uktin no era el típico licenciado que, con solo 43 años, se dedicaría a pasar el resto de su vida contando batallitas en el bar poniéndose hasta las cejas de vodka, por lo que se unió inicialmente al Grupo Moran para hacer cruceros armado hasta los dientes y dar estopa a los malvados somalíes. Aquel mismo año se pasó al Cuerpo Eslavo que, tras su fiasco en Siria, acabó bastante maltrecho, pero Uktin tenía muy buenas relaciones con sus antiguos colegas del GRU, y en aquel momento el camarada Vladimiro consideraba que había sonado la hora de poner en marcha su plan imperial invadiendo Crimea y el Donbás como primer paso para aumentar los ya de por sí inmensos territorios de la Santa Madre Rusia.

Columna de VCI's rusos durante la ocupación ilegal de
Crimea. Algún día, Rusia deberá pagar cara esta felonía
En 2014, el camarada Vladimiro ordena poner en marcha la invasión de Crimea, y aquí comienza el verdadero protagonismo del Grupo Wagner que, no lo olvidemos, en teoría era ilegal en Rusia. Pero al Vladimiro le daban varias higas soviéticas los legalismos porque, cuando se invade por las buenas un país sin provocación ni motivo previos, hay que hacer cosas feas que el ejército regular no puede llevar a cabo, y menos en una época en la que, gracias a las redes sociales, lo que ocurre en el polo norte se sabe en el polo sur en dos minutos o menos. Por esta serie de motivos, el Wagner actuó a la sombra del GRU en operaciones muy concretas que, naturalmente, no debían trascender bajo ningún concepto. Así, fueron los encargados de ocupar a base de audaces golpes de mano instalaciones militares ucranianas cuyos defensores estaban en la inopia, operaciones de reconocimiento, sabotaje y escolta de los principales líderes pro-rusos de Crimea y el Donbás y, como es habitual en estos casos, eliminación de personas non gratas cuya permanencia en el planeta no es nada deseable. Toda esta serie de operaciones podrían atribuirse a separatistas ucranianos que actuaban por su cuenta, y no a una empresa financiada por el Kremlin. En aquel momento, el Grupo Wagner contaba- en teoría- con unos 2.500 efectivos que, a pesar de su escaso número, rindieron un servicio altamente satisfactorio.

Esto es lo último que al camarada Vladimiro se le habría
pasado por la cabeza el 23 de febrero de 2022
En febrero de 2022, el camarada Vladimiro considera que ha llegado el momento de dar un paso más y ordena invadir Ucrania a pesar de que el día antes juraba por sus muelas que esa idea jamás se le había pasado por la cabeza. Obviamente, el Grupo Wagner estaba invitado a la fiesta, y en esta ocasión con sus efectivos ampliados a 5.000 hombres, un 75% de los cuales eran de nacionalidad rusa. Y como seguían siendo oficialmente ilegales, pues era el momento de legalizarlos porque el desempeño de estos mercenarios sería en esta ocasión mucho más... vistoso, y no podrían colarse como simples operaciones llevadas cabo por separatistas en un país que, no solo no tenía separatistas, sino que odiaba a muerte a los rusos. Así pues, en junio de aquel mismo año se modificó la ley para especificar que la prohibición de crear grupos de mercenarios se aplicaría solo a los grupos armados que operasen contra los intereses rusos. Como es evidente, era una ley ad hoc para que el Wagner tuviera carta blanca para actuar en Ucrania como una fuerza de élite mercenaria en un momento en el que- en teoría- poderoso ejército ruso se mostró al mundo como una birria de ejército, con tropas mal entrenadas y peor equipadas que no cumplieron el vaticinio putinesco de tomar Kiev en 72 horas. No vamos a redundar en esto, pero ya sabemos que el ejército ucraniano no solo detuvo al "poderoso" ejército ruso, sino que lo rechazó y les llevan causadas ya más de un millón de bajas, una cifra simplemente astronómica en una guerra moderna, aparte de la ingente cantidad de material de todo tipo.

Prigozhin con dos de sus amados homicidas. Este tipo de líderes
suelen tener una gran capacidad para establecer fuertes
vínculos con su gente
El reconocimiento del Grupo Wagner como una empresa legal supuso una serie de cambios notable. Los entrenamientos los llevaban a cabo en instalaciones del ejército ruso, sus heridos o enfermos eran atendidos en hospitales rusos, y sus estipendios eran superiores a los miembros del ejército regular, cuyas familias incluso esperan hasta el infinito y más allá para recibir las indemnizaciones por la muerte en combate de algún pariente. El ejército da largas para no soltar la pasta, y si el pariente fue reducido a pavesas en un T-72 por culpa de un dron ucraniano y se le considera desaparecido o, más bien, desintegrado, pues la familia no cobra porque nadie puede demostrar que Ivan Ivanóvich está más muerto de Carracuca. Sin embargo, el Wagner paga generosamente a su personal. Los novatos cobran 80.000 rublos (unos 850 €) mensuales durante su período de entrenamiento en el campo de Molkino, una base dependiente del GRU al sudeste de la ciudad de Krasnodar. Si son enviados a Siria o Ucrania, la cifra sube a 120.000 del ala (unos 1.300 €), y si palman en combate la familia recibe puntualmente tres millones de rublos (unos 32.300 €). En un país dónde el sueldo medio es de unos 600 € no está nada mal.

Wagneriano manejando un dron. Esos chismes han
cambiado la guerra para siempre
Pero, ojo, que nadie crea que cualquier pelagatos entraba en el Wagner. Para eso ya está el ejército regular, dónde ya sabemos que no hay precisamente cola en las oficinas de reclutamiento y que decenas de miles de rusos se han largado antes de ser llamados a filas. De entrada, mientras que el camarada Vladimiro se ha visto ya forzado a indultar criminales con tal de que se alisten, el Grupo Wagner no admite a nadie que tenga un historial delictivo, al menos en cuestiones de cierta importancia. Los aspirantes son sometidos a un exhaustivo reconocimiento médico, y las exigentes pruebas físicas hacen que hasta un 20% de ellos sean rechazados, en cuyo caso se limitan a darle un billete de tren o autobús, una palmada en el lomo y los mandan a hacer gárgaras. Una vez dentro del grupo, se ejerce una disciplina férrea en la que no se duda en aplicar severos castigos y, lo que más duele, multas económicas. El personal es adiestrado en operaciones de asalto, conocimientos de artillería, de carros de combate, artillería antiaérea, manejo de drones, conocimientos sanitarios, etc. En resumen, una fuerza autosuficiente.

Miembros del Grupo Wagner durante su marcha hacia
Moscú
Sin embargo, y a pesar de su eficiencia, ya sabemos cómo acabó la cosa. La resistencia ucraniana y, aún más grave, la corrupción endémica del ejército ruso, hicieron ver a Prigozhin que la fiesta se prolongaría mucho más allá de la madrugada, y que las cosas no eran como le había prometido el camarada Vladimiro. Para más inri, el Wagner no era un grupúsculo que podía ser aplastado por el ejército ruso como si tal cosa, y el conato de golpe de estado iniciado por Prigozhin en junio de 2023 dejaron claro que era el momento de agradecerle los servicios prestados y prescindir de ellos. Los rusos no se cortan un pelo cuando necesitan librarse de indeseables, y en este caso ocurrió lo que tenía que ocurrir. Aparentemente perdonado por el Vladimiro por su pecadillo y aceptando exiliarse a Bielorrusia, el 23 de agosto de 2023, mientras viajaba hacia San Petersburgo, el Embraer Legacy en el que viajaba junto a Uktin y cinco personas más, aparte de tres tripulantes, se desplomó no se sabe cómo y no quedó títere con cabeza. Los miembros del Grupo Wagner aparecieron en las noticias llorando a moco tendido como si hubieran perdido a un padre, pero el camarada Vladimiro lo tenía claro: tres días más tarde, cuando el cuerpo de Prigozhin aún no había recibido sepultura, obligó a los miembros del Grupo Wagner a jurar fidelidad al estado, uséase, a él. A partir de ese momento, el Grupo Wagner era de su propiedad. Por cierto, ¿los han oído mencionar en las noticias desde entonces? Me da la impresión de que los han jubilado anticipadamente o los han enviado a hacer de señuelos de drones. Otras fuentes afirman que fueron transferidos a la Rosgvárdia, la Guardia Nacional rusa, donde igual los han enviado a vigilar las fronteras con Mongolia o China.

Exequias de Prigozhin. A la derecha de su foto aparece
la de Uktin
En fin, así ha sido la existencia del controvertido Grupo Wagner, que por cierto ha dejado pendientes de solventar mogollón de denuncias internacionales por violaciones de derechos humanos y por ser considerada organización terrorista. En lo que a mí respecta, infiero que Prigozhin vio que la guerra de Ucrania acabaría siendo la tumba del camarada Vladimiro, que la población rusa estaba un poco bastante harta de ver interminables listas de bajas, que la moral del ejército estaba por los suelos, y que quizás era un buen momento para hacer limpieza en el Kremlin y proclamarse mandamás de todas las Rusias. Por otro lado, el Grupo Wagner se estaba convirtiendo en una fuerza peligrosa, un avispón metido en el panal propio que, en cualquier momento, podía acabar con la colmena, así que, como es habitual en estos casos, lo más aconsejable es acabar con la amenaza y santas pascuas.

Bueno, con esto creo que ya pueden hablar del tema con propiedad ante sus odiosos cuñados en las interminables tardes estivales, de modo que acabamos aquí.

Hale, he dicho

CETERVM CENSEO PETRVM SANCHODICI ESSE DELENDAM

Típica foto de mercenarios feroces encaramados en un carro de combate. La ferocidad no les sirvió de mucho cuando fue el mismo estado ruso el que se les puso enfrente

lunes, 21 de abril de 2025

AÑO NUEVO, VIDA VIEJA, y 4


Ciertamente, la reedición de mi obra postrera estará unida a una efemérides sonada. PAPA MORTVVS EST. Lo acabo de leer en la prensa. En realidad, este anuncio lo iba a hacer ayer, pero hasta por la noche no me dieron conformidad los de Amazon, así que decidí hacerlo en Lunes de Pascua y, mira por dónde, me encuentro con que el controvertido Francisco- que debo reconocer que me caía como una patada en el bazo- ha palmado. Bueno, que tanta paz lleve como descanso deja, porque ha sido un politicastro rendido a la extrema izquierda del planeta y al Islam. Bueno, a lo que vamos...

Ahí tienen la que es y será mi última obra publicada, "Montségur, la Sinagoga de Satán", como llamaban los inquisidores de Tolosa a esa pequeña fortaleza encaramada en un risco imposible. Montségur se convirtió en una pequeña Meca de los cátaros hasta que la corona francesa, en manos de la regente Blanca de Castilla, y la inquisición, lograron rendirla y dar comienzo así al ocaso del catarismo en el Languedoc. Es una historia apasionante, con mogollón de batallitas, traiciones, el implacable fanatismo del Santo Oficio, la ambigüedad del conde de Tolosa, el odio hacia la Iglesia y la inquisición por parte de los faidits, los nobles que vieron sus posesiones confiscadas por pertenecer a la secta, y mil malos rollos más a cual más jugoso. Y, como marca de la casa, con un rigor histórico seguido al detalle, para que además de distraerse aprendan una parte de la historia bastante desconocida por lo general. Ahí tienen la portada:


Y aquí el enlace a Amazon, donde la pueden adquirir tanto en E-book como impresa. 

En fin, a los compradores les deseo que la disfruten, y a los que no la compren, pues no les deseo nada.

Hale, he dicho

lunes, 7 de abril de 2025

AÑO NUEVO, VIDA VIEJA 3

 

La musa sigue en paradero desconocido, de modo que sigo aprovechando la coyuntura para reeditar mis criaturas literarias. Ahora es el turno de "Yago, el asesino", una estupenda novela histórica donde podremos seguir las andanzas del tal Yago, un hidalgo venido a menos que pasa por mil avatares a lo largo de su azarosa existencia, acabando por convertirse en un primate con muy mala leche, por no titularlo como psicópata de manual.

Los amantes de emociones fuertes, de evisceraciones implacables y de homicidas sin compasión pasarán un rato estupendo con este relato que, modestia aparte, está bastante bien ambientado, da mucho repeluco y nos ilustra sobre lo chungo que era vivir en el medioevo.

Está disponible en libro electrónico y en edición impresa, en ambos casos a precios tan módicos como los ya publicados. He ahí la portada, diseño de la casa, como siempre. Chula, ¿qué no?



Bueno, ahí queda eso. Por mis muelas del juicio que las aventuras y desventuras de Yago les resultarán extremadamente entretenidas.

CURATE VT VALEATIS, CIVES

Hale, he dicho

miércoles, 5 de marzo de 2025

AÑO NUEVO, VIDA VIEJA 2

 

BENEDICO VOBIS, pacientes y abnegados lectores. Como la musa no se digna retornar, cosa que como sabemos no es nada nuevo, pues he aprovechado la coyuntura para reeditar la segunda parte de mis relatos cortos de zuzto, paranormalidades y demás historias que le encogen el ombligo a los más timoratos y dejan indiferentes a los más valerosos. Bueno, ahí dejo la portada y el enlace a Amazon, donde por la mísera cantidad de 2'99 podrán hacer un obsequio a sus cuñados, a ver si con la jindama les da una pájara y palman de una vez. Por cierto, por error también he reeditado la versión impresa, pero infiero que a los amantes de pasar hojas les resultará más gratificante que dejarse las retinas en una pantalla. He ahí la portada:




Y ahí el enlace: PESADILLAS DE GUERRA 2

Y rásquense un poco las faltriqueras, carajo, no sean rácanos.

Bueno, espero que les produzca terribles pesadillas y tengan que dormir con la luz encendida,

CVRATE VT VALEATIS, CIVES

Hale, he dicho

lunes, 6 de enero de 2025

AÑO NUEVO, VIDA VIEJA

 


PAX VOBISCVM, dilectos lectores, cuñados, primos lejanos y demás parientes y afectos. Los más veteranos quizás recuerden mi vena literaria que, por culpa de la maldita musa, un buen día cesó sin más. Publiqué en Amazon varios libros molones, siempre ambientados en la cosa bélica, bien a modo de novela histórica, bien como relatos cortos en el contexto de la Gran Guerra. Bueno, pues hoy, no sé por qué, me ha dado el avenate y he re-estrenado uno de ellos que, debido a otro avenate, despubliqué hace varios años junto con varios más, quedando solo en activo "Sevilla para Castilla" y "¡Oh, Campeador!".

Así pues, y a modo de cebo para ver si la jodida musa retorna y me permite concluir los que tengo empezados, he reeditado este en primer lugar. Puede que algunos lo recuerden. "Pesadillas de guerra" trata de diez relatos cortos en plan misterioso, paranormal y de acojonamiento en general, que es un tema que me gusta y da morbo al personal. Ahí les dejo el enlace, donde podrán leer íntegro el primero de ellos con la lectura parcial que permiten los de Amazon, y podrán hacerse una idea de qué va el tema. Ah, y sale baratito: 2'99 en versión libro electrónico, con lo que podrán leerlo en el esmarfon, la tableta o el ordenador. Bueno, no me enrollo más, que aún tengo que pesar el carbón que me han dejado los magos esos para ver si puedo ganarle unos eurillos.

CVRATE VT VALEATIS CIVES

Hale, he dicho

lunes, 2 de diciembre de 2024

MISTERIOS MISTERIOSOS: EL ARCO

 


Cuando vemos documentales sobre pirámides, es habitual que surjan debates sobre la autoría de esas gigantescas construcciones cuyo origen es cada vez más discutido. De ser obras faraónicas hemos pasado a obras alienígenas, y de tumbas faraónicas a cualquier cosa menos tumbas. De hecho, actualmente nadie es capaz de datarlas de forma fehaciente. Lo mismo ocurre con otras obras similares repartidas por el mundo. Misma forma, tamaños descomunales y una finalidad que no está del todo clara. Todos los estudiosos se hacen la misma pregunta: ¿quién y para qué leches se invirtió un esfuerzo monstruoso al construirlas? Ah, misterio misterioso, y me temo que nunca lo sabremos.

Bien, pues no hace falta irse a contemplar pirámides para devanarse la sesera ya que hay mogollón de objetos que, por comunes, nadie repara en ellos. Pero, sin embargo, son artefactos muy complejos y, lo más intrigante, también surgieron por todo el planeta sin que exista, al menos en teoría, la posibilidad de propagar el invento entre primates que no tenían conocimiento de lo que había a poco más de dos o tres días de camino de sus asentamientos. Hablamos del arco. ¿Qué vaya chorrada? Bueno, bueno, ahora veremos...

Escena de caza en uno de los abrigos del Barranco de Valltorta,
en Castellón. En el mismo vemos a un grupo de cazadores disparando
sus flechas sobre una manada de ciervos. Se aprecian las hembras
con sus crías, e incluso el macho de la manada

Ante todo, debemos tener en cuenta un detalle: las pinturas rupestres donde aparecen estas armas en escenas de caza y guerra están datadas en unos 10.000 años las más antiguas. Estamos hablando del Neolítico Inicial, cuando en Europa aún no existía la agricultura y los primates veganos tenían que conformarse con recolectar lo que pillaban. En todo caso, si hay constancia de la existencia del arco desde hace al menos 10.000 años, quiere decir que ya existía antes. Ante todo, debemos considerar que el arco surgió como una necesidad para poder abatir presas a distancia, ya fuesen de caza o de ciudadanos de otra tribu. La lanza ya estaba inventada, pero es obvio que, a la hora de enfrentarse a un enemigo armado con una maza obtenida del fémur de un mamut o de dar muerte a un oso cavernario, era menos peligroso hacerlo a una distancia prudencial. El mismo razonamiento nos vale para los herbívoros que, siempre asustadizos y extremadamente veloces, eran bastante difíciles de abatir a lanzazos. Para solucionar el brete, un probo troglodita se debió pasar un año dándole vueltas al magín para idear cómo arrojar una proyectil a distancia.

Juro por mis muelas que a ninguno de nosotros se nos ocurriría esa idea partiendo del cero más absoluto porque no había nada ya existente en qué basarse y mejorarlo. Además, debemos considerar que el inventor era un fulano que farfullaba un vocabulario de unas decenas de gruñidos y que su nivel intelectual debería estar, al menos en teoría, por debajo del nuestro. No sabía cultivar la tierra, no sabía lo que era la escritura, no sabía tejer pero, sin embargo, era capaz de recrear vívidas escenas con unos pigmentos que llevan 100 siglos en perfecto estado y, además, fabricar un arma de lo más sofisticada sin tener una base de partida. Deducir que si a un palo le sacaba punta pinchaba más no era complicado. Añadirle un cacho piedra a otro palo para hacerlo más contundente, tampoco. Pero idear que colocando una cuerda en un palo podía lanzar un dardo y, encima, acertar a un blanco situado aunque sea a 10 o 20 metros, era todo un alarde.

Porque el arco, como hemos dicho, es un artefacto complejo. Sí, muy complejo, aunque su aspecto de palo con un cacho cuerda le de una apariencia muy simple. Pero un arco es una máquina capaz de transformar energía mecánica en energía cinética que, además, requiere una serie de conocimientos que cualquiera de nosotros no tiene. No todas las maderas valen, hay que saber el estado de secado óptimo de la misma para obtener su máximo rendimiento, hay que saber fabricar las cuerdas, ya sean de fibra vegetal o de tendones. Y, aún más difícil, hay que saber fabricar las flechas, cuyas puntas de sílex eran verdaderas obras de arte. Algunas son diminutas, de apenas un par de centímetros de largo, y eran sólidamente unidas al astil con una fina tira de piel cruda que, al secarse, se contraía, reforzando así el conjunto. En la foto de la derecha pueden ver el proceso de fabricación, a base de sacar mínimas lascas de una pieza de sílex con la ayuda de un trozo de asta de ciervo. En el detalle pueden ver varios tipos que nos muestran que ya tenían muy clara la morfología más idónea para dificultar su extracción al añadirles barbas y un pedúnculo de enmangue que se introducía en el astil  para fijarlas. ¿Quién de nosotros sería capaz de terminar una punta decente en menos de un mes tras desollarnos la mano 53 veces como mínimo? Pocos o ninguno, me temo...

En esta recreación podemos ver el aspecto de un punta unida al astil con una fina tira de piel. Obsérvense las entalladuras en la base de la punta para afianzarla aún más al astil. Y, por si no lo saben, el filo de un instrumento de sílex es similar o incluso superior al que se puede dar al acero, por lo que esas flechas no solo se clavaban, sino que producían una serie de daños muy importantes en los músculos, tendones y, sobre todo, los vasos sanguíneos de la víctima

Pero la cosa no queda ahí. Para la elaboración del astil se requería un vara totalmente recta, ligera y, a la par, sólida y, lo más sofisticado: ¿a qué genio se le ocurrió añadirle estabilizadores fabricados con plumas? ¿Cómo dedujo que si añadía plumas partidas en dos en el extremo del astil, éste tendría una trayectoria más estable y precisa? Y a eso, sumemos el proceso de fabricación, separando las dos mitades de las plumas y que precisan de agua para recuperar su forma ya que, tras quedar unidas al astil, habría que unir las barbas separadas al pasarles un hilo de fibra vegetal. ¿Quién leches se dio cuenta de que la única forma de repararlas era humedeciéndolas para que la queratina actuase? Muchos de nosotros no sabemos qué carajo es la queratina, y menos aún que las barbas se reparan humedeciéndolas. Yo me enteré por un documental del inmortal Rodríguez de la Fuente, pero ahora los jóvenes prefieren hacer el gamba con el esmarfon de los cojones y no saben un carajo de nada.

Pintura rupestre en Tassili n'Ajjer, Argelia, que muestra una
batallita entre primates cabreados. Las pinturas de Tassili están
datadas entre los diez mil y tres mil años de antigüedad
Veamos ahora los entresijos del arco que, en sí, tiene menos mecanismos que un chupete. Ante todo, reparemos en un detalle: desde su invención hasta el día de hoy, el principio del artefacto no ha variado un ápice. Es exactamente el mismo. Podrán variar los materiales, podrán ser recurvados, de poleas o largos. Las flechas podrán tener el astil de aluminio o de fibra de carbono, los estabilizadores de plástico y las puntas de acero, pero el funcionamiento es igual. No ha variado nada en siglos, ergo fue creado siendo inmejorable. Ya tiene mérito, ¿no? Sin embargo, si vemos un cañón de mano del siglo XV y una pistola moderna, en lo único que se parecen es en que ambas hacen "pum" y poco más. Pero el arco no. Hoy día podemos fabricar un arco réplica de uno de hace 5.000 años y obtener de él el mismo rendimiento que con uno moderno. 

Escena de caza en una cueva de Alta, en Noruega, que muestra
un cazador disparando contra un alce desde una canoa. Observen
la peculiar forma del arco, muy similar a la del arco turco. Estas
pinturas tienen unos 4.000 años
Y, como decíamos, para fabricar un arco no vale cualquier madera. Recordemos que, por ejemplo, para el arco galés era preferida la madera del tejo español por ser el que otorgaba las mejores prestaciones. No tejo inglés, francés o alemán, sino español. Por lo tanto, los probos trogloditas tuvieron que efectuar un largo proceso de prueba y error para dar con la más idónea y, además, averiguar qué momento era el más adecuado para cortar la rama y cuánto tiempo debía dejarse secar antes de acometer la elaboración del arma. Así mismo, debían tener en cuenta el veteado, así como darle una forma ahusada para obtener más elasticidad. Fabricar algo tan simple como la cuerda no era un tema baladí hace decenas de siglos. Había que buscar las fibras vegetales más finas y resistentes, trenzarlas y, una vez terminada, hacer una lazada en cada extremo y confiar en que sería lo suficientemente robusta como para soportar la tensión. ¿Y a qué eminencia se le ocurrió que los tendones eran mejores para ese cometido? ¿A quién leches se le pasó por la cabeza echar mano de los grandes tendones de las patas de los herbívoros que mataban, dejarlos secar, sacar cada fibra y trenzarlos? La mayoría de nosotros no tendríamos ni puñetera idea de que un tendón sirve para eso, y menos aún cómo trabajarlo, pero a un fulano de hace miles de generaciones sí. Manda cojones, ¿qué no?

Probo troglodita de Lakha Juhar, en la India. Observen
las flechas a la espalda provistas de estabilizadores y la
muesca del arco donde se engancha la cuerda,
posiblemente fabricada con hueso o asta 
Bien, ya hemos visto que idear, fabricar y usar un arco fue una genialidad, y salió tan bien que, pasados los siglos sigue funcionando perfectamente. Nadie ha podido superar su diseño. Si acaso, mejorar su rendimiento gracias a los materiales modernos, pero nada más. Eso no requiere genialidad, solo disponer de los medios adecuados. Pero ahora viene la pregunta que se me antoja la más misteriosa de todas: ¿Cómo es posible que el arco aparezca en pinturas rupestres de todo el planeta? Hablamos de una época en la que un fulano de China tenía complicado copiar a uno de África del Sur, por no hablar de Oceanía o de América. ¿Cómo es posible que un artefacto tan complejo surgiera en diversas partes de un planeta habitado en aquel entonces por unos milloncejos de primates cuyo mundo se terminaba cuando topaban con un río excesivamente caudaloso, por el cual no podían cruzar su impedimenta? ¿Acaso un rayo celestial impactó en la sesera de varios homínidos al mismo tiempo? ¿O también fueron los marcianos los que les entregaron el manual de instrucciones? El arco no pudo ser inventado por casualidad. No es un garrote que, al golpear en la cabeza a un cuñado, ves sorprendido que le has roto el cráneo y cae fulminado. Un arco requiere un diseño muy específico, una serie de requerimientos sin los cuales no funciona, y una selección de materiales muy meticulosa. No, no pudo surgir por casualidad, y menos en todo un planeta más o menos al mismo tiempo. Pero la cosa es que se inventó. El cómo y el quién o quienes es el misterio misterioso que, como las pirámides, nunca podremos desentrañar. Pero, ¿a que nunca habían pensado en este tema? ¿Ven como no? Ya se los advertí... Ah, y si creen que este es el único misterio misterioso sobre este tema, va a ser que no. Ya seguiremos...

Hale, he dicho